Una enfermedad, un accidente inesperado, una pérdida de algún miembro de la familia, una pérdida patrimonial, además de representar una tragedia emocional, pueden convertirse en una crisis económica que pudo evitarse pero que no se creyó necesaria.
A ninguno de nosotros nos gusta imaginarnos pasando por momentos
difíciles, pero debemos estar conscientes que hay situaciones imprevistas de la
vida que no podemos evitar con tan solo no pensar en ellas. Es muy importante
que consideremos que estos eventos desagradables pueden llegar a sucedernos en
cualquier momento y pueden afectar no solamente a nosotros mismos, sino a nuestros
seres más queridos.
¿Pero
que es un seguro?
Un seguro es un sistema través del cual, se transfieren los
riesgos desde una persona a una compañía de seguros. El seguro es un contrato
por el cual una de las partes (la compañía de seguros) se compromete, mediante
una cuota (prima) que le abona la otra parte (el asegurado), a reparar un daño
o cumplir con cierta prestación pactada si ocurre algún evento determinado.
Los seguros funcionan sobre el principio básico de: trasladar el
riesgo. Esto significa que es razonable tomar la responsabilidad de realizar
periódicamente pequeños pagos, frente a la posibilidad de una pérdida o daño de
gran tamaño. Es decir, en lugar de arriesgarnos a perder una gran cantidad, es
preferible pagar voluntariamente una cifra menor (el costo del seguro),
haciendo menor el riesgo.
Existen diferentes tipos de seguros, entre ellos: los que cubren
bienes materiales como auto, casa, negocio; los que cubren el riesgo de
fallecimiento de las personas; los que cubren gastos asociados a eventos de
salud de alto costo y accidentes; los que tienen una componente de ahorro, etc.
Muchas veces el tema de los seguros nos resulta totalmente
desconocido, para familiarizarnos con ellos debemos conocer las siguientes
características o conceptos clave que se anuncian en la infografia.
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